9 - Rehabilitación: analisis e historias

 

    Si bien existen diversos procesos contextuales que promueven el entorno de la rehabilitación, generalmente nos ceñimos a un esquema preconizado y genérico. Sin embargo, el abanico es muy amplio y complejo a la vez debido a componentes que lo integran. El espacio por donde deben transitar las personas con discapacidad, y que tiende a su rehabilitación, puede ser estrecho y estar obstaculizado por normas que de hecho, no ayudan a un estado de calidad  de vida.

    Ahora bien, debemos comenzar el análisis desde la semántica, y observar que el termino “Rehabilitación” en algunas discapacidades, especialmente en las adquiridas desde el feto o en el momento del parto, está mal empleado o aplicado ya que se puede rehabilitar a quien sufrió algún tipo de accidente o enfermedad discapacitante, adquiriendo modelos de discapacidad señalados y expuestos. Por lo tanto, en el primero de los casos se debería sustituir el termino rehabilitación, (volver a la habilitación del ser) por el de mejoramiento. Sin embargo, debido a la esquematización del vocabulario, se continuará utilizando dicho término.

    Las diferentes técnicas utilizadas tanto en la rehabilitación como en el mejoramiento, constituyen evidentemente puntos de apoyo indispensables en el escenario logístico. Estas deben interactuar como ya expresé en un capitulo anterior, a los efectos de ofrecer una mejor calidad de vida a quien así lo necesite. En esa interacción confluirán diversos especialistas (traumatólogos, psicólogos, foniatras, neurólogos, etc.) aportando cada cual su granito de arena en procura de los procesos, ya sea de la rehabilitación o del mejoramiento.

    Dentro de estos podemos apreciar etapas que se van sucediendo de acuerdo a la tipología de la discapacidad, su grado y su valoración. La primera se puede denominar (o catalogar) como de exploración de parte de los especialistas, y hasta no completarse no se traspone a la segunda que podíamos llamarla de trabajo, siendo esta quizás la de mayor complejidad, ya que es donde el grupo apunta sus esfuerzos a fin de afianzar la meta propuesta. La tercera etapa la constituye el proceso de evaluación, en el cual se sopesan los logros conseguidos. Muchas veces estos no llegan a concretarse, dejando a esa etapa en un estado Stand by o simplemente se cierra.

    El factor tiempo juega un rol importante en la segunda etapa, estando la misma supeditada a ciertos parámetros de este. Más allá del hecho de que siempre se tiene que mantener al discapacitado en un buen equilibrio físico – mental, no podemos olvidar de que hay un tiempo real para todo, después del cual es imposible revertir la situación, pasándose al estancamiento psico – motriz en algunos casos, ya que esta conjunción es divisible, y en cada estadio se puede dar o producir el referido estado.

    Por lo tanto, es necesario tratar de corregir los errores que yacen en el ser, antes de que lo irremediable se acentué o se arraigue. En este caso me refiero específicamente a las personas con discapacidad originada por accidentes.

    Dos precisiones: la primera, es que cuando expresé corregir los errores, me estoy refiriendo a las secuelas dejadas dentro del esquema de los accidentes, y la segunda precisamente se refiere a estos, ya que tenemos dos categorías. Por un lado, accidentes laborales en los cuales se adquiere la discapacidad, y por otro los accidentes físicos, (cerebro vasculares, infartos cerebrales y sus consecuencias por ejemplo) donde se hace necesaria una respuesta inmediata de parte de quienes participan en la rehabilitación.

    Dentro del contexto de rehabilitación y mejoramiento, se encuentra un elemento de singular importancia como lo es la terapia en sus diferentes formas. Es decir, se comprende por terapia la hegemonía que componen lo físico, psíquico y social. El agrupamiento es imprescindible para la formulación o reformulación del ser dentro de la sociedad. No debemos olvidar que, lamentablemente, cuando una persona adquiere algún tipo de discapacidad en las formas señaladas anteriormente, también se le margina en la mayoría de los casos, otorgándole una pensión baja en cuantía, y deficiente en varios aspectos.

    Uno de ellos es la baja estima que se le hace al ser, salvo en casos de extrema discapacidad. Se lo coloca en un estado depresivo constante, al verse incapaz de sustentarse por si mismo. Dejo en claro desde ya que no estoy en contra de las retribuciones que el estado otorga, y sobre lo cual me he expresado en un capitulo anterior.

    Lo que ahora si digo es que debe acompasarse ese desfasaje personal resultante de los dos factores: perdida del trabajo e ingreso a la discapacidad. Psicológicamente debe atenderse y comprenderse adecuadamente, pues se queda proclive a estados de angustia y depresión profundos.

    Obviamente que a través de terapias contextuales, se puede mantener el equilibrio necesario para llevar una vida de buen nivel, teniendo bien presente el rol de la familia, pero a la vez la concientización que todo ser debe tener respecto a su discapacidad. Si no se asume esta situación, resultará negativa toda aplicación terapéutica.

    Debemos tener presente que en la rehabilitación o mejoramiento, el discapacitado debe predisponer de la voluntad requerida para sortear los más diversos obstáculos que se le presenten, entre los cuales hallamos ciertos grados de discriminación, y mantener la vinculación correcta con el mundo exterior. Es decir, no encerrarse en si mismo.

    El periodo de rehabilitación o mejoramiento, que en muchos casos resulta indefinido dada la estructura de la discapacidad, tiene que estar basado sobre el requisito primordial de la fuerza de voluntad, sin el cual se torna imposible una concreción positiva, y por lo tanto irreal de la posibilidad de alcanzar logros y metas, más allá de ser posibles o no. El ser humano en general, tiene que abocarse a un mantenimiento de sus posibilidades, para lo cual es imprescindible poseer voluntad, y en el caso específico que nos ocupa, ello se convierte en la necesidad latente y constante a fin de llevar por buen camino cada periodo anteriormente señalado.

    He señalado las diferentes técnicas a través de las cuales se puede obtener la rehabilitación o el mejoramiento buscado o deseado. Es indudable decir que es a través de instituciones y escuelas especializadas donde se otorgan los parámetros pertinentes y lógicos para tal efecto.

    Desde principios del siglo pasado, como veremos más adelante, en nuestro país se han ido formando de manera muy lenta al principio, diferentes instituciones enfocadas hacia la rehabilitación y mejoramiento de las personas con discapacidad. Pese al aislamiento que la sociedad ha impuesto a dichos seres, han sido sin lugar a dudas estas instituciones quienes marcaron un antes y un después en la capacitación, educación e inserción de dichas personas. Como he dicho al principio de este libro, se formaron por iniciativa de los propios padres en algunos casos, mientras que en otros se trató de una necesidad por reubicar de una forma equitativa a estas personas.

    Es evidente que el termino equidad en su real dimensión aún no se aplica, y aquí es utilizado como mero lazo gramatical. La equidad realmente usada todavía no la conocemos en la sociedad en general, y menos aún con el propósito de abrir o ampliar el horizonte de estas personas. No cabe la menor duda de que ello (la equidad) resulta una forma más de terapia de rehabilitación y mejoramiento, ya que abarca el plano o área psico – social, constituyendo un especial relieve dentro de la logística que todo terapeuta y grupo social deben asumir. De igual forma los propios discapacitados.

    Cuando expreso logística, estoy haciendo referencia al área de abordaje específico de cada tipología, y por consiguiente de cada metodología. Las diferentes instituciones y escuelas para discapacitados, operan bajo distintas áreas logísticas de acuerdo a sus respectivas necesidades, más allá de que algunas pueden abordar todas. Es conveniente desde mi humilde punto de vista, que cada una enfoque una tipología especifica, ya que de lo contrario se desbordan las aptitudes de maestros y terapeutas.

    Ello lo puedo asegurar personalmente ya que cuando concurría a la Escuela Roosvelt para niños lisiados, tal como se denominaba en esos años (casi cuarenta hacia atrás) en muchas ocasiones se ingresaban a niños con otras causales discapacitantes que no coincidirán con la forma terapéutica de la institución, y tras una evaluación posterior de parte de la psicóloga, se les derivaban a centros especializados en el área de educación y terapia precisas. No se tratan de hechos discriminatorios como se puede suponer a simple vista, sino de una medida lógica de encauzamiento de cada patología en su respectivo escenario educacional a nivel general.

    Las instituciones para discapacitados comienzan a formarse a principios del siglo pasado, pero es desde la década de los años cuarenta cuando cuerpo en sus estructuras y en sus metas, que son desde luego el aspecto de la educación y el tratamiento fisiátrico. Este punto tiene en la obra del Dr. Caritat un importante apoyo de lanzamiento y referencia para futuros proyectos de esa índole o característica. No se debe olvidar que dicho profesional se basa en el área ortopédica específicamente, pese a lo cual crea un precedente en nuestro país como queda expresado.

    ¿Quién no recuerda la cruzada del Dr. Caritat? En esos años caló hondo en el sentimiento y arraigo popular. A través de la cruzada se comenzó a tener conciencia de la problemática de la discapacidad, y se fue ramificando la misma hacia otros sectores de personas discapacitadas. Se crean instituciones educativas para personas ciegas, sordas y deficientes mentales.

    Ahora bien, en mi opinión personal me permito decir más allá de los importantes logros alcanzados en el devenir del tiempo, con la creación de esas instituciones en ese momento lo que se obtiene es una secularización de los segmentos sociales compuestos por personas discapacitadas obviamente, quienes se encuentran aisladas del resto social semejante a ghetos afianzando aún más ese panorama. Los discapacitados de un lado, la gente “normal” de otro. Es un muro por el cual no se permite ver a esas personas, las que comúnmente son internadas en esos centros, conformando un círculo representado de la siguiente manera: de casa a la institución, y de esta a casa.

    Evidentemente que se produjo una cierta evolución en ese circulo tras la incorporación de terapeutas de diversas áreas, y dichos centros o instituciones pasan a ser la puerta desde la cual se produce el acercamiento deseado por todos los que estamos en el lado de los discapacitados.

    La historia de la rehabilitación (como todas las historias) necesitan protagonista, y aunque estos son los discapacitados, vemos en esta historia otros protagonistas con historia propia e independiente: las instituciones, centros y escuelas.

    En esta investigación, en este capitulo específicamente, nos encontramos con algunas de ellas desde las cuales nos permitirán no solo conocer la institución, centro o escuela, sino acercarnos a ellas, y por consiguiente obtener un acercamiento a las personas que concurren. La información vertida a continuación, fue recopilada en forma personal desde las respectivas páginas Web de cada centro o institución. Desde aquí se crea un banco de datos para un mejor conocimiento de cómo se trabaja en ellas, apreciando a la vez, su riqueza histórica que pasa indudablemente por experiencias.

    Acción Coordinadora y Reivindicadora del Impedido del Uruguay, conocida a través de su sigla ACRIDU fue fundada en 1981 como asociación civil y posee Personería Jurídica Nº 3064. Funciona con Asamblea de Socios y Comisión Directiva, formada por mayoría de personas con discapacidad o sus representantes (padres).

    Su objetivo general es mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad. A través de su Proyecto PRIMERO PERSONAS ha enfocado la integración social y laboral de jóvenes con discapacidad mental, logrando la inserción laboral real de un joven por año en promedio. En 1991 PRIMERO PERSONAS fue responsable de la organización del Primer Encuentro Ibero Americano de Jóvenes con Discapacidad, que los años siguientes continuaron en Argentina, Brasil y Ecuador.

    Representantes de la institución han participado en numerosos seminarios, congresos y encuentros nacionales, regionales e internacionales, promoviendo la filosofía de VIDA INDEPENDIENTE Y AUTODETERMINACION.

    ACRIDU está conectada al Movimiento Internacional PEOPLE FIRST y es representante en Uruguay de VERY SPECIAL ARTS.

    Los proyectos de ACRIDU abarcan diversas áreas de trabajo y necesidades en pos de una sensible mejor calidad de vida. Estas son de manera sintetizada el transporte adaptado. Es un servicio de transporte puerta a puerta, para personas que no pueden utilizar ómnibus. Especialmente adaptado para el traslado de personas en sillas de ruedas.

    PRIMERO PERSONAS es un Centro de Vida Independiente donde jóvenes con discapacidad mental se capacitan para su total integración social y laboral.

    VERY SPECIAL ARTS Es un movimiento internacional que coordina programas artísticos para personas de toda edad, con cualquier tipo de discapacidad.

    X CARAS Es una publicación trimestral, cuyo equipo de redacción está integrado por jóvenes con discapacidad.

    Club de tiempo libre “EL LOFT” Es un espacio que facilita la integración de jóvenes con y sin discapacidad, mejorando la calidad de vida de ambos grupos.

    Asimismo, ACRIDU ofrece su biblioteca especializada en diferentes aspectos de la discapacidad a personas trabajadoras en el área, así como también asesoramiento sobre educación, legislación, organizaciones de padres, recreación, etc. Además se distribuye gratuitamente el PROGRAMA DE ACCIÓN MUNDIAL PARA LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD (Naciones Unidas, 1982), y la revista X CARAS.

    La segunda institución que ofrecemos su historia, es el Centro de Rehabilitación Psíquica AMANECER, el cual brinda servicios de rehabilitación Psicosocial en el Departamento de San José, República Oriental del Uruguay, dentro de las acciones en el área de la atención psiquiátrica, que la Comisión Honoraria  Departamental del Patronato del Psicópata realiza en apoyo del Ministerio de Salud Pública.

    El Patronato del Psicópata es una persona jurídica, de derecho público no estatal, creada el 8 de noviembre de 1948 por la ley Nº 11.139, cuya actividad se realiza en el campo de la salud mental. Está dirigida por la Comisión Honoraria del Patronato del Psicópata.

    Su finalidad es la de ayudar al enfermo mental durante la asistencia tanto intra como extrahospitalaria, velar por el familiar del paciente y crear un hogar taller.

    Se desconoce quienes fueron las personas que realizaron el proyecto de creación, de las dificultades que vivieron y de sus luchas por transformarlo en Ley.

    Más de 50 años nos separan de aquellos hombres que la forjaron y más de 50 años nos unen a sus sueños, a sus ideales de solidaridad, de fraternidad, de identificación con la problemática de las personas portadoras de discapacidad psíquica y sobre todo, a la esperanza de aquellos, en cuanto a mejorar la calidad y dignidad de su vida.

    La historia de este centro está signada por el esfuerzo y la lucha que las diferentes Comisiones han realizado para cumplir con los humanísticos mandatos de la Ley, a la que se le une la del personal que ha trabajado y trabaja en la institución.

    Actualmente existen Comisiones Honorarias delegadas en la gran mayoría de los departamentos de nuestro país.

    En el departamento de San José (sur de la República Oriental del Uruguay), el Patronato departamental se crea en 1994, como una filial del Patronato Nacional.

    Se trabaja en tres áreas diferenciadas: atención primaria (trabajo en la comunidad) atención secundaria (trabajo hospitalario), atención terciaria (Centro Amanecer).

    1.    Trabajo en la comunidad. La tarea principal se realiza en coordinación con instituciones locales como por ejemplo liceos, escuelas, etc. Dirigido a padres, estudiantes y docentes.

    2.    En el Hospital de San José. Policlínicas de psiquiatría, internación en sala, repetición de medicamentos, consultas psicológicas y sociales, labores de enfermería.

    3.    Centro de Rehabilitación Psicosocial Amanecer. Se trabaja con pacientes derivados por médicos psiquiatras, pertenecientes a Salud Pública o de instituciones privadas.

    La tercera institución es la Asociación Down del Uruguay, que de forma muy es una organización sin fines de lucro fundada en al año 1986 por familiares y amigos de personas con Síndrome de Down, que trabajamos para defender sus derechos y otorgarles una mejor calidad de vida.

    La Asociación de Sordos Ciegos del Uruguay (ASCUY) fue fundada el 27 de diciembre de 1999. Esta asociación sin fines de lucro tiene como objetivos:

  • Fomentar el intercambio social entre las personas sordo ciegas a nivel nacional e internacional, procurando la superación cultural e intelectual para el desarrollo personal, mejorando su calidad de vida.
  • Trabajar con familias, profesionales y colaboradores en general interesados en esta problemática.
  • Difundir objetivos y posibilidades de las personas sordo ciegas.
  • Elaborar y poner en práctica proyectos tendientes a la integración de las personas sordo ciegas en la sociedad.

    Continuando dentro de esta tipología, he recopilado los aspectos esenciales de la historia de la Asociación de Sordos del Uruguay (ASUR) muy rica por cierto, siendo una de las primeras instituciones de discapacitados en ser creada.

    Dicha Asociación fue fundada el cinco de mayo de mil novecientos veintiocho por un grupo de sordos que venía reuniéndose desde hacía ya bastante tiempo. Motivó su fundación, no sólo el procurar reunir a sus iguales en un lugar de sano esparcimiento, sino fundamentalmente el aunar esfuerzos en la tarea de abrir espacios de integración en una sociedad que, generalmente desconocedora de la potencialidad del sordo, se volcaba (y se vuelca aún), hacia soluciones de carácter benéfico, en vez de reconocer su legítimo derecho a procurarse el bienestar por sus propios medios.

    Es así que inicia sus actividades en un pequeño local céntrico, obteniendo a un año y meses de su fundación, el otorgamiento de la Personería Jurídica por parte del Poder Ejecutivo.

    No tardó mucho en crecer su padrón de asociados, hecho que motivó un primer cambio de local, para luego arrendar una casa, de amplios ambientes, en la calle Ejido, a pocas cuadras de la principal avenida montevideana. Es allí que se inician importantes actividades tales como la instalación de una escuela de primeras letras para aquellos sordos adultos que, llegados del interior en busca de ocupación en la capital, lo hacían en situación de total analfabetismo.   

    En el año 1956, el Consejo Departamental de Montevideo, concedió a la Asociación, un edificio en un extenso predio, ubicado entre la Residencia Presidencial de la Avenida Suárez y el Jardín Botánico. Dicha finca reunía casi todos los requisitos necesarios para un óptimo funcionamiento de la Institución.

 

    Continuaron allí las actividades ya detalladas, salvo la escuela de primeras letras que, por motivo de la mejora de las comunicaciones entre la capital y el resto del país, notándose un buen incremento de concurrencia de niños sordos del interior a cursar su enseñanza primaria en
la Capital, así como por la instalación de aulas o bien de escuelas para sordos en el interior, motivó la sustitución de dicha escuela por cursos técnicos específicos, tales como corte y confección, manualidades y otros. Al suprimirse la escuela, se dejó de percibir la subvención del Estado.

 

    A principios de la década del sesenta, se instaló una Escuela Taller, con particularidades de mini-industria, colocándose su producción en el mercado, o bien trabajando a facón para otras empresas, lográndose excelentes resultados hasta el día que la persona que había sido designada para su administración, un oyente ajeno a la comunidad sorda, se apropió de toda la recaudación huyendo del país y provocando el cierre de la Escuela Taller.

 

    En el año 1973, y por razones de seguridad, la Asociación es desalojada, sin brindársele un destino sustitutivo. Va su mobiliario al depósito municipal y sus asociados a la calle.


    En primer término, los padres Jesuitas del Seminario brindan a la Asociación un local provisorio para sus reuniones. Se arrienda luego un primer piso en la calle Soriano esquina Río Branco, en una finca casi ruinosa y de muy reducidas dimensiones. Las posibilidades financieras no permitían otra cosa.
Estos hechos, traumáticos sin duda, sacudieron las fibras más íntimas de las autoridades y los asociados de la institución. Efectuando un replanteo de la situación, se toman varias decisiones que marcaron un cambio sustancial. Se decide iniciar una campaña financiera que permitiese la adquisición de su Sede Propia, y se forma un equipo de colaboradores a fin de analizar la situación y para elaborar propuestas de futuro.

   A fines de 1975, ya iniciada una campaña de bonos que aún hoy recorre anualmente todo el país recaudando fondos para obras edilicias, se obtiene la ayuda del Ministerio de Educación y Cultura y de la Comisión del Sesquicentenario de los Hechos Históricos de 1825 lo que, aunado a la recaudación ya habida por la campaña mencionada permiten adquirir la Sede Propia, en la calle Gil Nro. 945.


    En dicha finca, hasta hoy, se ha construido un Gimnasio Cerrado de generosas dimensiones, con sus instalaciones de vestuarios y duchas, también dos plantas de un total de cuatro proyectadas.

    En el Gimnasio, se desarrollan todo tipo de actividades deportivas, arrendándose incluso a terceros.

    Existe en la actualidad un servicio de amparo jurídico, así como intérpretes y gestores de trámites de la más variada índole.

    En el departamento de Paysandú funciona el Complejo Educativo de Atención a Personas con Capacidades Diferentes, APRODIME – BARBARA INHELDER.

 

    La referida institución fue iniciada el 28 de febrero de 1994, de la unión de dos ONGs dedicadas a la atención integral de personas con capacidad diferente y sus familias: la Asociación Pro Discapacitado Mental (APRODIME), fundada en 1967, y el Centro de Atención Integral Bárbara Inhelder, creado en 1990.

 

    Funciona como una sola asociación civil, cuya personería jurídica pertenece a APRODIME desde el 18 de diciembre de 1989. La dirección la ejerce una Comisión Directiva integrada por nueve miembros, complementados por una Comisión Técnico Docente, Comisión de Recursos y la Comisión Fiscal; todas ellas están integradas por padres, familiares y amigos de este centro, en forma honoraria.

 

    La Asociación Aprodime/Bárbara Inhelder tiene como objetivo posibilitar el desarrollo de niños, jóvenes y adultos con discapacidad intelectual, a través de su rehabilitación psicomotora, actividades pedagógicas, de integración social y capacitación laboral. La atención es integral y a lo largo de varias etapas de la vida de la persona con discapacidad, lo cual aporta un beneficio considerable respecto a otras formas de atención.

    El Centro de Educación Integral funciona en un moderno edificio, construido especialmente en un terreno de 4000 metros cuadrados. El terreno fue donado por un vecino de esta ciudad y la construcción a través de convenios con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, y con el Banco de Previsión Social; fue muy importante también el apoyo de la Intendencia Municipal de Paysandú, empresas locales y de la comunidad en general. Fue inaugurado en octubre de 1998.

    La atención de los 90 chicos, jóvenes y adultos, que actualmente conforman la población de este centro se organiza en tres grandes áreas:

    ESTIMULACION TEMPRANA


    Para pequeños desde recién nacidos hasta 4 años. En este se desarrollan programas y atención individual en las áreas motora, cognitiva, social, lenguaje, psiquiatría infantil, fonoaudiología y fisioterapia.

AREA ESCOLAR

    Entre 5 y 14 años. Los niños ingresan a programas educativos integrales, a cargo de maestras especializadas y distintos técnicos. Se diferencian cuatro grupos: el preescolar, con actividades de aprestamiento; y el escolar a tres niveles: primer nivel, adquisición de hábitos; segundo nivel, introducción a la lectura, escritura y matemática; y tercer nivel, adquisición de la lecto escritura y matemática. Los programas se complementan con distinto tipo de actividades, tales como educación física, educación musical, expresión corporal y el lenguaje, recreación, paseos, campamentos, teatro, y atención especializada en psiquiatría infantil, fonoaudiología y fisioterapia. Actualmente se trabaja con 26 alumnos en cinco grupos, con cuatro Maestras y tres Auxiliares.

TALLERES

    A partir de los 15 años ingresan a los talleres, donde jóvenes y adultos pueden desarrollar sus aptitudes manuales en distintos oficios. Con estos programas se busca alcanzar el máximo de autonomía personal por medio del trabajo socializado, potenciando las capacidades intelectuales y buscando una inserción laboral de jóvenes y adultos.

    No digo nada nuevo por cierto, que estamos viendo o apreciando en cada historia de estas instituciones y centros, una dedicación muy especial y profunda hacia sus semejantes que merecen tratamientos psicosociales contundentes. Las personas que conforman cada centro de atención al discapacitado, muchas veces se inmercen en grado sumo en cada problemática, no solo a nivel grupal sino individual.

    En el ser discapacitado aparecen situaciones realmente limites, que si no se tratan debidamente, hacen trasladar a este a estados complejos que ya he mencionado, y que he de reiterar posiblemente más adelante en el desarrollo de otro capitulo. Pero en este punto que nos ocupa, debo decir que gracias a la tenacidad impuesta por cada terapeuta, se logra amortiguar una serie de impactos ambientales potenciales.

    Es por lo tanto en la rehabilitación o mejoramiento donde se aprecia el rol que llegan a desempeñar dichas instituciones. Para más ejemplo de ello, veremos seguidamente la historia del Centro Educativo de Retardo Mental del Uruguay (CERMU).

    Con el título de “Obra de amor y abnegación” comienza la redacción de los
Estatutos que regirían al Centro Educativo de Retardo Mental “Uruguay”,
aprobados el 25 de noviembre de 1975, y del cual extraemos algunos conceptos, que por su importancia no han perdido vigencia.

    Ese día se reunieron los padres de severos y profundos retardados mentales, convocados especialmente, para buscar soluciones que ampararan a niños que no encontraban ubicación en nuestro sistema de enseñanza pública. Se aspiraba a proteger a los jóvenes que se encontraban en esas condiciones,
amparar a los adultos sin protección familiar y en general, defender los derechos que tienen todos los deficientes mentales a tener una vida digna.

    Fundamentalmente la convocatoria respondía a aceptar el desafío de cubrir
el vacío lamentable que acusa la enseñanza oficial al recibir sólo a retardados mentales más recuperables, y aún así, en número limitado.

    La tarea inicial estuvo a cargo de 35 padres, maestros y colaboradores de
buena voluntad que se inscribieron como socios. Consideraron y aprobaron
los Estatutos e integraron las primeras autoridades del nuevo baluare en la
defensa de los derechos del retardado mental, que pasó a denominarse
Centro Educativo de Retardo Mental “Uruguay” (C.E.R.M.U.).

     Se abría de esta manera una nueva puerta para los discapacitados mentales, gracias al aporte evidente de este núcleo de padres, que viviendo en carne propia esa realidad, dieron y consiguieron dar ese importante paso en la creación de dicho centro donde se les pudiese otorgar a niños como sus hijos igual atención educativa.

    Un objetivo similar pero dentro de otra tipología, tiene la “Asociación Nacional Para el Niño Lisiado – Escuela Franklin Delano Roosevelt”.Esta Asociación, fundada el 17 de noviembre de 1941 y cuyos Estatutos fueron aprobados por el Poder Ejecutivo el 13 de marzo de 1945, es una entidad privada sin fines de lucro, creada con el “objeto de atender al niño que sufra una invalidez física, congénita o adquirida, en los aspectos terapéutico, educacional y en lo que sea posible profesional” (art. 1º de sus Estatutos).

    Los niños son recogidos y reintegrados a sus hogares mediante un servicio de locomoción suministrado por la misma Institución, permaneciendo en la misma desde primeras horas de la mañana hasta aproximadamente las 16:30 horas.

    Durante ese lapso se les suministra alimentación (desayuno, almuerzo y merienda), preparada por un dietista con especial atención de las condiciones y posibilidades de cada uno de ellos.

    La población escolar está constituida por niños que presentan secuelas de parálisis cerebral en sus distintos grados, espina bífida, distrofia muscular, poliomielitis, amputaciones, malformaciones congénitas y patologías asociadas.

    Esta población asciende en la actualidad a 104 alumnos a los cuales se les atiende de acuerdo a nuestro plan de rehabilitación integral y un núcleo de 20 adolescentes, en su mayoría ex alumnos, que integran talleres protegidos con la finalidad de ser formados y orientados con miras a su inserción en el mercado laboral.

    Un altísimo porcentaje de quienes concurren a nuestra institución pertenecen a núcleos familiares con importantes carencias en la satisfacción de sus necesidades básicas.

    Con la finalidad de lograr una temprana y adecuada detección de la población infantil con discapacidad, la “Asociación Nacional para el Niño Lisiado” cuenta con un centro de diagnóstico y evaluación precoz con el objetivo de lograr un abordaje temprano de la problemática y planificar la estrategia rehabilitadora.

    Cuenta asimismo con un centro de estimulación temprana con el objetivo de ampliar el programa de rehabilitación en niños con discapacidad, extendiéndolo a etapas muy tempranas de su existencia. La actividad de la institución se desarrolla en el área pedagógica, médica, psicológica, fisioterapéutica y de asistencia social.

    Esta institución desde el punto de vista educativo, ha sido un referente de singular importancia para la conformación de otras instituciones que tratan esta tipología, y por lo tanto se puede decir que ha sido la precursora.

    Lo que se ha pretendido en este capitulo, es brindar un panorama de la rehabilitación y mejoramiento de estas personas. Deseo dejar bien en claro que para nada es una guía de instituciones y centros. Si es sin embargo, una guía para apreciar las técnicas utilizadas en esas áreas, y conocer más de cerca esos centros de rehabilitación que sirven de puente hacia la integración, o al menos un vinculo para llegar a ese objetivo.

    Queda bien en claro que para una óptima rehabilitación o mejoramiento del discapacitado, es imprescindible toda una estructura que arranca desde el comportamiento del núcleo familiar, hasta los procesos elaborados dentro de los centros e instituciones.

    En estos procesos se ingresan una diversidad de componentes que a simple vista pueden parecer iguales, pero que en el momento de aplicarlos no lo son, y nos enfrentamos a un desafío pleno a la hora de comenzar la rehabilitación, ya que es algo nuevo y por cierto necesario. Hemos apreciado una serie de técnicas que pasan por la psicomotricidad, eslabón o base esencial para el desarrollo de dicho proceso.