4 - Discapacitado auditivo

 

Perder o carecer de algún sentido puede resultar traumático, sino se posee de un entorno familiar adecuado. Como hemos apreciado, existen desde la perspectiva psicológica dos clases de sordos: el extrovertido y el introvertido. Más allá de que esto se da a nivel general, en el discapacitado (o deficiente) auditivo esto redunda en su relacionamiento social, llegando en el segundo de los casos al aislamiento psico-somatico por propia determinación. Se debe por lo tanto, mantener a dichas personas en constante actividad.

    ¿Qué es la discapacidad auditiva desde el punto de vista clínico? ¿Cómo se desarrolla lo que se denomina “Cultura del sordo”? ¿Qué características debe tener el entorno en el cual el discapacitado auditivo desarrolla su existencia? Se tratan de tres preguntas puntuales, significativamente importantes que profundizaré a continuación.

    Vamos por partes: La discapacidad auditiva “Es un déficit total o parcial en la percepción auditiva, que afecta fundamentalmente a la comunicación. Dependiendo del momento en el cual se produzca la discapacidad, y en función de la adecuación del proceso educativo y/o rehabilitador, se encontrarán personas que realicen lectura labio facial y que se comuniquen oralmente u otras que se comuniquen a través del lenguaje de signos.”

    Funcionalmente al discapacitado auditivo no le merece mayor atención la parte auditiva propiamente dicha, sino su inserción en el plano social. En ese contexto se crea o configura la culturización del sordo, desde la cual se lanzan las necesidades básicas.

    Desde la perspectiva social la medición audiológica para las personar sordas, no es lo más importante sino la aceptación de valores de la Comunidad Sorda en general. Esta envuelve un sentido de identidad y unión con un grupo que comparte un mismo sentido en torno a su condición. El sentirse iguales establece lazos de membresía dentro de una comunidad. Así las personas sordas se han constituido de forma tal que podemos hablar de una cultura del sordo. Algunas características que así nos identifican son:

  • Uso del lenguaje de señas.
  • Evaluación histórica con líderes y modelos de superación propio.
  • Uso de tecnología asistiva.
  • Experiencias comunes de discrimen y rechazo debido al impedimento auditivo.
  • Participación en diferentes actividades sociales y recreativas.

    Con dicha constitución se ha creado de manera espontánea, un segmento poblacional con su correspondiente estructuración, dentro de la cual apreciamos estos cinco puntos que configuran la referida cultura del sordo. En términos  generales, cada tipología posee una cultura, un estado culturizado que nace (o se forma) como consecuencia directa de ser segmento social.

    Vemos también dentro de dicho contexto, el deseo de poder participar en el área socio – cultural a través de medios o componentes activos desde los cuales no solo se intenta insertarse, sino el de demostrar el nivel de capacitación al cual se alcanza.

    El entorno psico – social de estas personas, debe acompañar desde su propia perspectiva el avance (progreso) que logran efectivizar muy posiblemente con gran esfuerzo los discapacitados auditivos. Sino se les mantiene con la autoestima en niveles comprensivos, pueden caer en estados depresivos. Lógicamente que esta premisa no solo es para dicha tipología. En todas se debe obrar de la misma forma. Por ello recalco una vez más la importancia que tiene el entorno en que se encuentre.

    La sordera es una discapacidad producida evidentemente por diversos factores, tanto naturales (genéticos, enfermedades) como inducidos por el propio hombre. A este respecto se debe acotar la exposición que se hace del oído, a la denominada polución sonora que día a día aumenta y perjudica a más personas. Así como debemos luchar contra las diferentes barreras, de igual forma debemos hacerlo contra los generadores de dicho fenómeno. Existen leyes para frenar a escala mundial la polución sonora, pero poco o nada se aplica. Tanto autoridades como nosotros mismos debemos tomar conciencia de ello, aplicando el criterio pertinente.

    Dentro de esta tipología, existen dos relacionadas a la estructura básica. Me refiero a los sordomudos y a los sordos ciegos. La historia de la sordomudez empieza desde que aparecieron las primeras Personas Sordas en la tierra. La historia de la comunidad Sorda está marcada por la incomprensión, el rechazo y la marginación de unos, frente a la actitud generosa de otras personas que han luchado la curación de las Personas Sordas, por su educación e integración social y profesional.

    Podemos apreciar tres etapas históricas: Antes del siglo XVIII, Abad de L’Epé y En la actualidad. En esos periodos existen componentes y personajes que han ido construyendo un amplio abanico dentro de la temática.

    Se debe acotar que antes del siglo XVIII no existe ninguna prueba o muestra que haga referencia a la sordera en la época prehistórica: ni en los hallazgos arqueológicos, ni en las pinturas rupestres, etc. Empezamos a tener algo de información a partir de los egipcios, aunque es con los griegos y los romanos cuando empieza a haber un gran interés por este tema.

    En esa época se han encontrado actitudes positivas y negativas hacia la sordera, entre estas últimos podemos destacar autores como Hipócrates, Herodoto, Platón, Aristóteles, etc., que afirmaban que las personas sordas no eran capaces de pensar ni de aprender.  Entre las actitudes positivas destacan autores tan importantes como Galeno, San Agustín, San Alberto Magno, etc., que ya establecían relaciones entre la audición y el lenguaje hablado. Posteriormente, a mediados del siglo XVI, empiezan los primeros intentos de conocer y educar al sordo.

PEDRO PONCE DE LEÓN (1510 - 1584) fue el primero en concebir y llevar a la práctica un método eficaz para educar y desmutizar a los sordomudos y también creó una escuela de educadores sordos. Aunque no hay nada escrito sobre las técnicas de Ponce de León, sabemos que utilizaba la "Dactilología" y la escritura para enseñar a hablar a sus alumnos sordos.

    Utilizando un término deportivo, se da el puntapié inicial en el proceso de rehabilitación de estas personas. Por su parte, el Abad L’Epée (1712-1789) fundó y financió el primer "Instituto para la educación del sordomudo". Su método se basaba en el uso del alfabeto manual, reforzado por la escritura y la lectura. Pero esto sólo le valía para enseñar a leer a sus alumnos/as y L'Epée quería conseguir la comprensión lectora. L'Epée es el primero que reconoce que los signos de los sordos son su lenguaje natural. Sin embargo nunca llegó a darse cuenta de la importancia de la Lengua de signos. A partir de 1.789, la dirección del Instituto Nacional de Sordomudos de Paris, que había desempeñado L'Epée, fue continuada por el ABAD SICARD (1742 - 1822).

Sicard enseñaba de la siguiente manera: Les enseñaba el vocabulario en lengua francesa partiendo de la realidad, de los objetos y cosas que veían. Luego asociaban ese vocabulario con un signo o signos manuales correspondientes. El objetivo de Sicard era enseñar a sus alumnos/as sordos/as a comprender las cosas.

    Uno de los sucesores de Sicard fue AUGUSTE BEBÍAN (1749 - 1834). Defiende la enseñanza, en primer lugar, de la Lengua de Signos y posteriormente la enseñanza de la Lengua Francesa. Es la primera vez que se habla de una enseñanza verdaderamente Bilingüe.

    Pero al mismo tiempo que BEBÍAN defendía a la Lengua de Signos para la enseñanza de los niños/as sordos/as, otro médico, JEAN-MARC ITARD (1774-1838) defendía el oralismo. Irtard pensaba que la inteligencia sólo se podía desarrollar mediante la lengua hablada. A finales del siglo XVIII, y gracias a la influencia de la educación que se estaba llevando a cabo en Francia, se crea en Estados Unidos la primera universidad de sordos del mundo: la Universidad Gallaudet.

    Marcados logros se constituyen en esos dos periodos. Ahora bien, es importante apreciar que pese a ello En la actualidad “es sorprendente que todavía hoy en día persista el enfrentamiento entre "oralismo" y "manualismo"  y  sus personales combinaciones en los métodos de educación del sordo. Gracias a los estudios iniciados en la década de los 60 por el departamento de lingüística del Gallaudet College de Washington, bajo la iniciativa del lingüística WILLIAM STOKOE, ha resurgido el interés por este lenguaje en todo el mundo, como el reconocimiento oficial de los lenguajes de signos por el  Parlamento Europeo en 1988. En los últimos años en España se ha trabajado mucho sobre todo lo relacionado con la Comunidad Sorda, en especial con la Lengua de Signos.

    Evidentemente que no solo en España se trabaja. Se hace a escala mundial, y es justamente en el plano internacional donde diferentes personas discapacitadas auditivas, por su esfuerzo y tesón logran conseguir un lugar dentro de la sociedad. Entre los muchos ejemplos cito seguidamente a tres:

EMMANUELLE LABORIT (Francia), actriz y escritora. Actualmente una de las Personas Sordas de más fama internacional. Su libro autobiográfico "El grito de la Gaviota" se ha convertido en símbolo de la Comunidad Sorda y en lectura obligada para todas aquellas personas que quieran conocer lo que se significa ser una Persona Sorda en una sociedad de oyentes.

    MARLEE MATLIN (Illinois, EEUU), actriz. Apoyada siempre por su familia, quines aprendieron la Lengua de Signos  cuando Marlee se quedó sorda con 18 meses, desde muy pequeña se interesó por la interpretación. En 1985 la eligieron para se la protagonista de la película "Hijos de un Dios menor", por cuyo trabajo consiguió el Óscar a la mejor actriz. Es la primera actriz sorda que ha ganado este premio. Graduada en Justicia Criminal, siempre ha luchado por los intereses de los sordos.

     LIISA KAUPPINEN (Finlandia), actualmente presidenta de Federación Mundial de Sordos (W.F.D.).